Autor

Yunier Riquenes García

Yunier Riquenes García: un escritor cubano que nació para narrar historias.

Nací en un lugar del Oriente de Cuba, ignorado: El Granizo. Cuentan los más viejos que el nombre se lo dio una caída de grandes granizos que rompió techos y llegó a matar vacas. En El Granizo los hombres y mujeres viven de la agricultura, de la siembra del maíz. Allí aprendí a leer y a escribir, entendí que había que narrar los sueños y esperanzas de aquella gente. Allí conocí que existía Gabriel García Márquez y que no hay pueblos pequeños. Comprendí que El Granizo podía ser mi Macondo.

Leía y escribía desaforadamente. Escribí mis primeros libros de cuentos y las primeras novelas, entonces no sabía bien que hacía reporteo para narrar. Hoy después de varios años, me doy cuenta que en los libros de ficción hay grandes trozos de periodismo. Testimonios que no se borran.

El niño que sembró maíz se fue a estudiar a la Universidad Licenciatura en Letras para aprender a narrar mejor la vida de aquellos hombres y mujeres. Y desde entonces narro. Y desde entonces he sido un hombre pegado a las maletas por los diferentes lugares de una Cuba que poco se conoce y difunden los medios de comunicación. Un día entendí que hay personas que esperan que cuentes su historia. Y entendí que la Literatura y el Periodismo son para siempre.

Un día, debajo del sofá de mi casa y leyendo un libro, descubrí que quería ser escritor para contar aquellas historias que me contaban mis abuelos, las que narraban de boca en boca en mi pueblo. Y quería contar mis conversaciones en solitario con los animales y las nubes. Y algunos años después, no tantos, porque publiqué mi primer libro a los 22, comencé a escribir para los niños y los jóvenes. Primero escribí historias para los adultos, Los Mayores, y luego, sin saber cómo, inició un recorrido por libros para Los Menores, (los niños y las niñas), pero atención, en estos libros los Menores no son menos que los Mayores.

Y llegaron libros como Los cuernos de la luna, novela que cuenta una historia de amor entre dos jóvenes que viven en el campo y sus aventuras; No apto para Mayores, una historia en la que los pequeños exigen a la familia que los tengan en cuenta hasta para ponerse la ropa; Cien metros planos, un cuento que demuestra que la entrega y talento innato de una niña corredora puede terminar con los planes de una entrenadora corrupta; Las formas el amor; unos cuentos que insisten en el sentimiento que mueve el mundo y derrumba cualquier obstáculo.

Y más adelante escribí una novela corta reconocida en Cuba con varios premios, se trata de Historia de amor de una perra de pelea. Un día un muchacho me contó en la calle la historia de Fiona, la perra más temida en la ciudad. Y me narró detalles. Yo, mientras él describía, imaginaba a aquel animal tratando de ser feliz, sin deseos de ser una máquina de matar, intentando ser madre en cada camada. Y me fui a investigar los entrenamientos de los perros de pelea, y escribí la historia de amor entre Fiona y Pinto, quería denunciar también lo injusto que puede ser echar a pelear animales.

Y como buen amante de los gatos, comencé una serie de siete libros dedicados a Tigre, un gato negro que pierde un diente por comer huesos de pollo. El primer volumen narra Las historias de Tigre. Aquí se cuenta la llegada de Tigre a una familia y cómo ocupa un lugar especial. Narra su manera de bañarse, alimentarse, comportarse, entre otros sucesos. Y luego se publicó Tienda de mascotas, el segundo volumen, reconocido en la Feria Internacional del Libro de la Habana con el Premio del Lector, por ser uno de los más vendidos. En Tienda de mascotas, Tigre le da la libertad a los animales que sufren prisión en las jaulas de la Casa de mascotas.

Y más adelante, aparecen cuentos sueltos de la tercera parte de Tigre, El gato científico, una historia de Beto, un gato científico que no mira bien las pequeñas oportunidades que le brinda la vida. Para los más pequeños también realicé la selección de cuentos para niños de autores santiagueros, Las fuerzas del mundo, un panorama del cuento para niños en Santiago de Cuba, desde el siglo XIX hasta el presente.

Mis inicios de escritura fueron con el cuento para adultos. A los diecinueve años gané un concurso nacional que me hizo tener más fe en lo que hacía y desde entonces la escritura nunca me ha abandonado. Escribo siempre, y guardo, y publico. Escribí en una máquina de escribir, en libretas, con lápices y lapiceros, con una vieja máquina de escribir de carro largo, con una computadora, y en el celular. El tiempo nunca ha sido pretexto, porque siempre encuentro un tiempo para escribir, me lo invento. Y, actualmente, entre tanto trabajo, anoto las ideas en el celular, en el bloc de notas o con audios. Si no apuntas las ideas cuando llegan, se van, puede que no las recuerde jamás.

Y así he podido escribir varios libros de cuentos para adultos: mi primer libro fue La llama en la boca, fue el contacto con la gente, el primer paso; Quién cuidará los perros, narra la vida solitaria de un viejo pescador; Lo que me ha dado la noche, cuenta los sueños y desvelos de jóvenes cubanos a inicios del 2000; La espalda marcada, unos cuentos que insisten en la diversidad de los muchachos en el 2000; y Las coincidencias, un libro de cuentos breves, o poemas, que narran conflictos sociales y humanos.

Las novelas para adultos también me apasionan y para hablar de los derechos de las mujeres escribí y publiqué en dos ediciones La edad de las ataduras; y La quietud para narrar la vida de Emilio, un custodio que no puede tener hijos, un texto para reflexionar sobre la posibilidad de tener hijos y la familia; y ya están escritas otras novelas que cuentan historias de jóvenes cubanos en el inicio del siglo XXI y temas tan difíciles como la droga y la prostitución masculina.

A la poesía le he dedicado tiempo. Claustrofobias ha sido un poemario que ha traído muchas alegrías y reconocimiento en el país y en el extranjero, y libros de periodismo que cuentan la vida y obra de escritores cubanos.

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