Autor

Paul Brito

Escritor de nacionalidad colombiana y española. Ha publicado seis libros de literatura, todos en géneros distintos, pero unidos por una misma idea que él denomina Teoría de la continuidad, una suerte de hilo conductor de tiempo y movimiento sobre el que se mezclan todas sus historias y reflexiones. Entre ellos: Los intrusos (2008), Premio Nacional de Libro de Cuentos 2007; La muerte del obrero, Primer Finalista Premio Nacional de Novela Corta 2008; El proletariado de los dioses, único libro de crónicas nominado al Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana 2016.
En el 2020 ganó la Beca para Escritores Extranjeros en Uruguay de la fundación Esteros, con un jurado conformado por los escritores Juan Manuel Roca (Colombia), Rafael Courtoisie (Uruguay) y Graciela Aráoz (Argentina). Su trabajo ha recibido comentarios elogiosos de escritores como Ana María Shua, Gustavo Álvarez Gardeazábal y Pablo Montoya. En Barcelona, fundó el periódico Mundo Hispano. Colaboró por veinte años con la revista española Clarín. También ha colaborado en El Malpensante¸ El Tiempo, Arcadia, Lateral, entre otras.
Sus últimos libros publicados son La vida no es un ensayo (Luna Libros, 2022), Restos orgánicos de un mundo anterior (Seix Barral, 2020) y El ideal de Aquiles, 101 minicuentos para alcanzar a la tortuga (Planeta Colombia, 2017; Planeta México, 2022), traducido al bengalí por Razu Alauddin, el mismo traductor de Borges a ese idioma (Baatighar, 2018).
Actualmente vive en Bogotá, dicta clases en la Maestría en Creación Literaria de la Universidad Central y dirige un taller literario en el Instituto Distrital de Artes de la alcaldía de Bogotá (Idartes).

Libros de autor

El ideal de Aquiles

Sinopsis de El ideal de Aquiles, 101 pasos para alcanzar a la tortuga

¿Quiénes recuerdan al Coyote y el Correcaminos? Para los que no están al tanto, esta serie animada es una versión contemporánea de la famosa paradoja del filósofo Zenón de Elea, según la cual Aquiles, el de los pies ligeros, compite con una tortuga para ver quién llega primero a la meta.

Como el guerrero griego se supone más veloz, le da a la tortuga una ventaja de cien metros, distancia que recupera en poco tiempo. Pero al llegar a este punto, la tortuga ha avanzado un metro. Cuando el guerrero recorre ese metro, la tortuga ya ha adelantado un centímetro. Aquiles corre ese centímetro y la tortuga le aventaja un diezmilímetro; así hasta la infinidad milimétrica, en la que Aquiles nunca alcanzará a la tortuga.

El escritor colombiano Paul Brito vuelve a este mismo arquetipo con este libro fascinante: El ideal de Aquiles, que consta de 101 minicuentos para alcanzar a la tortuga, como reza el subtítulo.

Lo particular de este volumen es que, lejos de ser una lectura para niños, propone una recreación intelectual bastante saludable. Aunque los lectores sospechamos, con el trascurrir de las páginas, que Aquiles nunca alcanzará a la tortuga, Brito logra atraparnos con una serie de situaciones fantásticas que, a través del lenguaje, se nos presentan no sólo verosímiles, sino muy nuestras. Nos desnuda el alma de 101 maneras, todas distintas, pero que en esencia contienen esta paradoja.

El proletariado de los dioses

El proletariado de los dioses contiene dos tipos de crónicas que se complementan: una trata sobre personas que dedican su tiempo a moldear su entorno con una actividad modesta y minuciosa, y otra sobre individuos sometidos a condiciones que terminan moldeando su personalidad.

Paul Brito examina así una serie de personajes con obsesiones y destinos irreversibles, y lo hace afrontando sus propias dolencias y terquedades: desde un barrio lleno de maniáticos hasta un viejo orfebre congelado en el tiempo, desde el sentido latente que tiene la pérdida auditiva hasta el mundo metafísico de un decadente gimnasio de barriada. Investiga rigurosamente una vieja y ambigua anécdota de su padre: un exfutbolista aferrado a enormes guayos. Funde la vida de su madre a la del legendario convicto Papillon, le sigue la pista a un personaje tan inasible como el viento y se adentra en las preocupaciones cósmicas de un relojero. Le extrae notas sublimes al instrumento más rudimentario de todos: la guacharaca, y dialoga con los fantasmas de un club demolido. Desarticula el baile más articulado de todos, el breakdance, y nos muestra la vida y la historia que hay detrás de los pregones. Se asoma a la existencia de unos trabajadores cuando ha terminado su vida laboral y perfila la aureola oculta de los capuchinos.

El autor transita con fluidez de la reflexión pura a la emoción neta, y del asunto más abstracto al más cotidiano. Él mismo es un artesano de la continuidad empeñado en trazar una red invisible con los hilos de sus personajes.

La muerte del obrero

Fabián Roca es un joven estudiante de ingeniería mecánica que se ve forzado a dejar la carrera y buscar trabajo. Así inicia un inquietante periplo por una suerte de trabajos tan surreales como anodinos: almacenista, armador de cajas, vendedor de enciclopedias… y entre uno y otro, la sombra del desempleo. En cada lugar conoce personajes pintorescos, autómatas consumidos por sus tareas diarias, activos empresariales al borde del anonimato. Hasta que uno de esos empleados le presenta a la Organización, un grupo secreto comprometido con llevar a cabo una extraña revolución de dimensiones desconocidas.

La muerte del obrero invita al lector a reflexionar no solo sobre los personajes y situaciones que vienen y van con cada episodio, sino también sobre una situación compleja y universal: ¿cuál es nuestro propósito en el mundo? Si en un comienzo la muerte del obrero hace referencia a ese hecho literal, luego se traduce a la alienación del trabajo, su descomposición y decadencia, para finalmente aludir a una muerte más honda, colectiva e incluso metafísica.

Los intrusos

Para Paul Brito, en toda narración siempre aparece un intruso, quien es el detonante de su acción y sus conflictos. Esta noción, dice el escritor barranquillero, la descubrió a través de la creación de cuentos y en la presencia de este recurso narrativo en relatos y novelas de la literatura y de la misma historia universal.

Es la misma noción que atraviesa a Los intrusos (Lugar Común), la colección de cuentos de Brito que fue ganadora del Premio Nacional de Libro de Cuentos de UIS (2007). El libro está compuesto por 15 cuentos. Uno de ellos, «El crimen del siglo», recibió el primer puesto en el XV Concurso de Cuentos «Noble Villa de Portugalete» (Vizcaya, España). Por otra parte, algunos de ellos han sido traducidos al inglés, portugués y bengalí, y seleccionado para diversas antologías.

En Los intrusos la realidad se ve trastocada por pequeñas rupturas cotidianas: un policía jubilado se encuentra con dos ladrones en el bus en el que viaja y debe decidir si actuar o no; Superman se enfrenta a una tormenta emocional a causa de las infidelidades y desamores de Luisa Lane; o un niño dibuja el infinito mientras un padre sospecha de algo maligno y aterrador en su conducta, de acuerdo con los comentarios de la contraportada.

“Algo importante que aplica Brito en su trabajo, y que muchos olvidan, es que la literatura es un juego. Las palabras, figuras, etc., no reemplazan la historia que cuentan, uno se olvida de ellas (de las palabras), porque están al servicio de una historia entretenida”, destaca el escritor John Jairo Junieles.